Estamos en uno de los momentos más dulces de nuestros huertos. La tierra parece luchar contra la dura competencia que nos ofrece la vida para captar nuestra atención y fijar nuestro interés en ella. Con tantas fuerzas se emplea que lo consigue…
En estas semanas, los huertos pugnan por atraer nuestra mirada, y concentrados nos ofrecen frutos de dos temporadas: se juntan los tempranos frutos del verano con la abundancia de la cosecha de las plantas de invierno y primavera: patatas, ajos, cebollas de la estación anterior se unen a los tempranos calabacines, pepinos o berenjenas. A la vez nuestros huertos se esmeran por desbordar nuestra emoción: el crecimiento de las sandías, racimos de tomates aún verdes, judías verdes en flor…
Ante este paraíso terrenal, ¿quién puede poner su mirada en otro escenario?
Además de los frutos, la semana pasada nuestros huertos vivieron momentos mágicos, que se han vivido durante miles de años: plenilunio, solsticio de verano, noche de San Juan… Tanta magia hemos tenido estos días en el Cortijo del Cerrajero que no hay imagen que pueda hacerle justicia.
Y por si fuera poco, nos colman con la belleza de colores y flores como éstas:
Os esperamos en los huertos familiares del Cortijo del Cerrajero.